La araucana

Índice

Primera parte

CANTO I

El cual declara el asiento y descripción de la provincia de Chile y estado de Arauco, con las costumbres y modos de guerra que los naturales tienen; y asimismo trata en suma la entrada y conquista que los españoles hicieron hasta que Arauco se comenzó a rebelar.

CANTO II

Pónese la discordia que entre los caciques de Arauco hubo sobre la elección del capitán general, y el medio que se tomó por el consejo del cacique Colocolo, con la entrada que por engaño los bárbaros hicieron en la casa fuerte de Tucapel, y la batalla que con los españoles tuvieron.

CANTO III

Valdivia con pocos españoles y algunos indios amigos camina a la casa de Tucapel, para hacer el castigo. Mátanle los araucanos los corredores en el camino en un paso estrecho, y dánle después la batalla, en la cual fue muerto él y toda su gente por el gran esfuerzo y valentía de Lautaro.

CANTO IV

Vienen catorce españoles por concierto a juntarse con Valdivía en la fuerza de Tucapel; hallan los indios en una emboscada, con los cuales tuvieron un porfiado encuentro; llega Lautaro con gente de refresco; mueren siete españoles y todos los amigos que llevaban; escápense los otros por una gran ventura.

CANTO V

En este quinto canto se contiene'la reñida batalla que entre los españoles y los araucanos hubo en la cuesta de Andalicán, donde por la astucia de Lautaro y el demasiado trabajo de los españoles fueron los nuestros desbaratados, y muertos más de la mitad dellos, juntamente con tres mil indios amigos.

CANTO VI

Prosigue la comenzada batalla, con las estrañas y diversas muertes que los araucanos ejecutaron en los vencidos, y la poca piedad que con los niños y mujeres usaron, pasándolos todos a cuchillo.

CANTO VII

Llegan los españoles a la ciudad de la Concepción hechos pedazos, cuentan el destrozo y pérdida de nuestra gente, y vista la poca que para resistir tan gran pujanza de enemigos en la ciudad había, y las muchas mujeres, niños y viejos que dentro estaban, se retiran en la ciudad de Santiago. Asimismo en este canto se contiene el saco, incendio y ruina de la ciudad de la Concepción.

CANTO VIII

Júntanse los caciques y señores principales a consejo general en el valle de Arauco. Mata Tucapel al cacique Fluchecalco,  y Caupolicán viene con poderoso ejército sobre la ciudad imperial, fundada en el valle de Cautén.

CANTO IX

Llegan los araucanos a tres leguas de la imperial con grueso ejército: no ha efeto su intención por permisión divina dan la vuelta a sus tierras, adonde les vino nueva que los españoles estaban en el asiento de Penco reedificando la ciudad de la Concepción; vienen sobre los españoles, y hubo entre ellos una recia batalla.

CANTO X

Ufanos los araucanos de las vitorias habidas, ordenan unas fiestas generales, donde concurrieron diversas gentes, así estranjeras corno naturales, entre los cuales hubo grandes pruebas y diferencias.

CANTO XI

Canto onceno en el cual se acaban las fiestas y diferencias y caminando Lautaro sobre la ciudad de Santiago, antes de llegar a ella hace un fuerte, en el cual metido, vienen los españoles sobre él, donde tuvieron una recia batalla.

CANTO XII

Recogido Lautaro en su fuerte, no quiere seguir la vitoria por entretener a los españoles. Pasa ciertas razones con él Marco Veaz, por las cuales Pedro de Villagrán viene a entender el peligroso punto en que estaba, y levantando su campo se retira. Viene el marqués de Cañete a la ciudad de los reyes en el Pirú.

CANTO XIII

Hecho el marqués de Cañete el castigo en el Pirú, llegan mensajeros de Chile a pedirle socorro; el cual, vista ser su demanda importante y justa, se le envía grande por mar y por tierra. También contiene al cabo este canto cómo Francisco de Villagrán, guiado por un indio, viene sobre Lautaro.

CANTO XIV

Llega Francisco de Villagrá de noche sobre el fuerte de los enemigos sin ser dellos sentido: da al amanecer súbito en ellos, y a la primera refriega muere Lautaro. Trábase la batalla con harta sangre de una parte y de otra.

CANTO XV

En este quinceno y último canto de la primera parte se acaba la batalla, en la cual fueron muertos todos los araucanos, sin querer alguno dellos rendirse. Y se cuenta la navegación que las naos del Pirú hicieron hasta llegar a Chile, y la grande tormenta que entre el río del Maule y el puerto de la Concepción pasaron.

Segunda parte

Canto XVI

En este canto se acaba la tormenta. Contiénese la entrada de los españoles en el puerto de la Concepción e isla de Talcaguano; el consejo general que los indios en el valle de Ongolmo tuvieron; la diferencia que entre Peteguelén y Tucapel hubo. Asimismo el acuerdo que sobre ella se tomó.

Canto XVII

Hace Millalauco su embajada. Salen los españoles de la isla, levantando un fuerte en el cerro de Penco. Vienen los araucanos a darles el asalto, cuéntase lo que en aquel mismo tiempo pasaba sobre la plaza fuerte de Sanquintín.

Canto XVIII

Da el rey don Felipe el asalto a Sanquintín: entra en ella vitorioso. Vienen los araucanos sobre el fuerte de los españoles.

Canto XIX

En este canto se contiene el asalto que los araucanos dieron a los españoles en el fuerte de Penco; la arremetida de Gracolano a la muralla; la batalla que los marineros y soldados que habían quedado en guardia de los navíos, tuvieron en la marina con los enemigos.

Canto XX

Retíranse los araucanos con pérdida de mucha gente; escápase Tucapel muy herido, rompiendo por los enemigos; cuenta Tegualda a don Alonso de Ercilla el estraño y lastimoso proceso de su historia.

Canto XXI

Halla Tegualda el cuerpo del marido y haciendo un llanto sobre él, le lleva a su tierra. Llegan a Penco los españoles y caballo que venían de Santiago y de la Imperial por tierra. Hace Caupolicán muestra general de su gente.

Canto XXII

Entran los españoles en el estado de Arauco; traban los araucanos con ellos una reñida batalla; hace Rengo de su persona gran prueba; cortan las manos por justicia a Galuarino, indio valeroso.

Canto XXIII

Llega Galuarino adonde estaba el senado araucano: hace en el consejo una habla con la cual desbarata los pareceres de algunos. Salen los españoles en busca del enemigo; píntase la cueva del hechicero Fitón y las cosas que en ella había.

Canto XXIV

En este canto sólo se contiene la gran batalla naval, el desbarate y rota de la armada turquesca con la huida de Ochalí.

Canto XXV

Asientan los españoles su campo en Millarapué; llega a desafiarlos un indio de parte de Caupolicán; vienen a la batalla muy reñida y sangrienta; señálanse Tucapel y Rengo; cuéntase también el valor que los españoles mostraron aquel día.

Canto XXVI

En este canto se trata el fin de la batalla y retirada de los araucanos; la obstinación y pertinacia de Galbarino y su muerte. Asimismo se pinta el jardín y estancia del mago Fitón.

Canto XXVII

En este canto se pone la descripción de muchas provincias, montes, ciudades famosas por natura y por guerras. Cuéntase también cómo los españoles levantaron un fuerte en el valle de Tucapel; y cómo don Alonso de Ercilla halló a la hermosa Glaura.

Canto XXVIII

Cuenta Glaura sus desdichas y la causa de su venida. Asaltan los araucanos a los españoles en la quebrada de Purén; pasa entre ellos una recia batalla; saquean los enemigos el bagaje; retíranse alegres, aunque desbaratados.

Canto XXIX

Entran los araucanos en nuevo consejo; tratan de quemar sus haciendas. Pide Tucapel que se cumpla el campo que tiene aplazado con Rengo; combaten los dos en estacado brava y animosamente.

Tercera parte

Canto XXX

Contiene este canto el fin que tuvo el combate de Tucapel y Rengo. Asimismo lo que Pran, araucano, pasó con el indio Andresillo, yanacona de los españoles.

Canto XXXI

Cuenta Andresillo a Reinoso lo que con Pran dejaba concertado. Habla con Caupolicán cautelosamente, el cual, engañado, viene sobre el fuerte, pensando hallar a los españoles durmiendo.

Canto XXXII

Arremeten los araucanos el fuerte; son rebatidos con miserable estrago de su parte, Caupolicán se retira a la sierra deshaciendo el campo. Cuenta don Alonso de Ercilla, a ruego de ciertos soldados, la verdadera historia y vida de Dido.

Canto XXXIII

Prosigue don Alonso la navegación de Dido hasta que llegó a Biserta; cuanta cómo fundó a Cartago y la causa porqué se mató. También se contiene en este canto la prisión de Caupolicán.

Canto XXXIV

Habla Caupolicán a Reynoso y, sabiendo que ha de morir, se vuelve cristiano; muere de miserable muerte aunque con ánimo esforzado. Los araucanos se juntan a la elección del nuevo general. Manda el rey don Felipe levantar gente para entrar en Portugal.

Canto XXXV

Entran los españoles en demanda de la nueva tierra. Sáleles al paso Tunconabala; persuádeles a que se vuelvan pero viendo que no aprovecha, les ofrece una guía que los lleva por grandes despeñaderos, donde pasaron terribles trabajos.

Canto XXXVI

Sale el cacique de la barca a tierra, ofrece a los españoles todo lo necesario para su viaje y prosiguiendo ellos su derrota, les ataja el camino el desaguadero del archipiélago; atraviésale don Alonso en una piragua con diez soldados; vuelven al alojamiento y de allí por otro camino a la ciudad Imperial.

Canto XXXVII

En este último canto se trata cómo la guerra es de derecho de las gentes, y se declara el que el rey don Felipe tuvo al reino de Portugal, juntamente con los requerimientos que hizo a los portugueses para justificar más sus armas.

La araucana, ensayo

La araucana, estudio

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