Martiria

(Martyria)

Según una hipótesis, comúnmente aceptada, aunque sin evidencias concluyentes, el Alcázar quedaba fuera de la urbe romana, dentro de un sector ocupado, según la lógica, por necrópolis y edificios varios como los martiria, basílicas paleocristianas, que desde la época romana tardía salpicarían los exteriores de las grandes ciudades, junto a las principales vías de entrada.

En 1976 la excavación del extremo septentrional del Patio de Banderas rescató para la historia sevillana una posible basílica paleocristiana y visigoda datable por las autores con ciertas reservas entre los siglos IV, para su fundación y IX/X para su destrucción (Bendala y Negueruela, 1980: 352). Este templo reaprovechaba parcialmente los muros de un edificio del siglo I después de Cristo caracterizado por la presencia de una gran piscina o cisterna con baquetón hidráulico y opus signinum que disponía al menos de quince metros de lado.

El Tempietto De San Pietro En Roma - Bramante.

El Tempietto tiene la planta circular de los martiria: en efecto, pretendía marcar el lugar de la crucifixión de San Pedro.

Los planos circulares del estereobato se repiten a diferentes niveles. En esencia, el edificio consta de dos cilindros superpuestos y cubiertos con una cúpula de aristas hemisféricas sobre tambor, y finalmente una linterna.

El cilindro de la planta baja, en su exterior una columnata, sostiene un friso con triglifos y metopas rematado por una cornisa.

Sobre la cornisa, una balaustrada repite en un ritmo más rápido, el motivo de las columnas. El tambor, alto, explota los contrastes de luz con ventanas rectangulares (ciegas en su mayoría), intercaladas con nichos adornados de conchas profundas.