Erasmo Escala Dávila

Nació en Valparaíso en 1826. Falleció en Santiago el 3 de marzo de 1884. Ingresó a la Escuela Militar en 1837 y se incorporó como alférez en el arma de artillería en el ejército que combatió contra la Confederación Peruano-Boliviana.

Participó en las acciones de Portada de Guías (21 de agosto de 1838), Puente de Buin (6 de enero de 1839) y Yungay (20 de enero de 1839).

En 1851, con el grado de sargento mayor, le correspondió participar en los combates de la Guerra Civil de ese año, en Los Guindos y en Loncomilla (8 de diciembre de 1851). Estuvo presente en la defensa del puerto de Valparaíso, en 1866, en la guerra con España. En 1869 el gobierno le encomendó una revisión del Código de Justicia Militar.

En 1872 estuvo de inspector de la Maestranza Militar de Limache. Ascendió a teniente coronel en 1852 y a coronel en 1861. Ese mismo año fue nombrado comandante general de artillería. En 1871 ascendió a general de brigada y en 1872 se le nombró director de la Escuela Militar. Tomó parte en la Guerra del Pacífico y el 29 de julio de 1879 fue nombrado general en jefe del Ejército chileno, en reemplazo del general Arteaga que había renunciado. La dirección militar de Escala no fue, desgraciadamente, afortunada.

Inmediatamente  del triunfo de las armas chilenas en Dolores , comandadas por el coronel Emilio Sotomayor, tomó el mando Escala, que venía con una división de 3.000 hombres y, en lugar de perseguir al enemigo y cortarle la retirada, lo dejó escapar a pesar de haber recibido órdenes del ministro Sotomayor de córtale la retirada y batirlo de inmediato. De no haber sido así, todas las opiniones están contestes en que el Ejército chileno se habría ahorrado la sangrienta batalla de Tarapacá; la ocupación de Tacna habría sido sencilla, y Lima, inerme, habría tenido que rendirse y la Guerra del Pacifico habría terminado en 1879.

A mediados de diciembre de 1879, el general Escala sufrió un ataque de apoplejía que lo dejó cerebralmen­te semiimposibilitado para la dirección de las operaciones  militares.  Después  del  ataque, entró en conflicto con la mayoría y los de mayor valor entre los oficiales, como Velásquez, Lagos y Dublé y se agravaron las disensiones con el ministro Sotomayor. Finalmente, presentó su renuncia el 18 de marzo de 1880 y se vino a Santiago.

Fuente:

"Diccionario histórico de Chile", Jordi Fuentes y Lía Cortés

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