La “cuestión social” y los partidos políticos en Chile

Las luchas de la clase obrera y de los pobres (el proletariado), luego de la guerra civil de 1891 , habían tenido alguna repercusión en los partidos políticos, que comenzaron a preocuparse de la llamada “cuestión social” .

La evidente e inicua explotación de los trabajadores en la zona salitrera, el estado de postración de los proletarios de las urbes, que vivían en tugurios afectados por paupérrimas condiciones de vida, la situación que se advertía en el campo por el estado de servidumbre del inquilinaje, formaban un cuadro deplorable para los conglomerados pobres del país.

El censo de 1907, señalaría que los habitantes pertenecientes a la clase trabajadora sumaban casi un millón de personas, sobre una población activa de 1.250.000.

Esa masa vivía al margen de todo beneficio o goce de los bienes, de la cultura, de la salud y de las decisiones nacionales. Solo las aspiraciones contenidas en las organizaciones más conscientes, mostraban una voluntad de romper con esa situación. El resto la aceptaba sin tomar conciencia de su condición.

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Enrique Mac Iver, político de entonces, que (según alguna visión)  fue indiferente a la realidad social.

Las llamadas cien familias imperaban sin contrapeso en la sociedad, en las decisiones políticas y en el beneficio de la riqueza que el país generaba. Para ellas no existían los problemas sociales, lo que se advierte en los periódicos y publicaciones más importantes de su tiempo, y en las actas del Congreso Nacional.

Para los conservadores , su preocupación principal recaía en el control político ejercido sin contrapeso sobre el campesinado del latifundio y aquellos sectores medios vinculados a las instituciones católicas, que le aseguraban al partido su electorado más importante.

Como las medidas gubernativas de reforma planteadas en la época nunca afectaron al latifundio, el conservadurismo fue el menos afectado por el problema social, permitiéndole ejercer el paternalismo hacia el proletariado urbano, con más libertad que los demás partidos.

Esta libertad le permitió incluso participar activamente en el mutualismo de sello católico , del mismo modo que, a través de algunos de sus personeros, participar en la constitución de la Gran Federación Obrera de Chile.

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Los trabajadores: botín electoral.

Ver: La “cuestión social”

Ver: La “cuestión social” y la iglesia católica hacia 1891

Ver: La “cuestión social” y la corriente conservadora en Chile

Ver: Pastoral de Mariano Casanova: La condición social de los obreros

Ver: Encíclica “Rerum Novarum”

El radicalismo , en tanto, había ya experimentado algunos cismas internos, a consecuencia de las tendencias socialistas que se habían desarrollado en su seno, provocando la escisión del grupo encabezado por Malaquías Concha y Abelino Contardo , que formaron el Partido Demócrata .

El programa radical, aprobado en la convención partidaria de 1888, había obviado el problema social, a excepción de un modesto párrafo donde abogaba por el mejoramiento de las condiciones de los proletarios y obreros.

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Malaquías Concha

El principal oponente liberal a las ideas socialistas fue Enrique Mac Iver , pero luego se consolidará una corriente liderada por Valentín Letelier , que, en la convención de 1906, se erigirá como el baluarte de las reformas con contenido social. Las clases medias que emerjen eran el sector más culto del país, donde se encontraban los intelectuales, escritores, educadores y periodistas, quienes introducían las grandes ideas en discusión.

Ver: La clase media

Los democráticos, en tanto, mostraban las deficiencias propias que les impidieron asumir el liderazgo del movimiento social de la época, pero así y todo presentaron varios proyectos de legislación obrera que quedaron olvidados en la tramitación burocrática del Congreso Nacional .

Serán estos partidos los que entrarán a disputar abiertamente el favor popular en los sufragios, pese a que la mayoría de la clase trabajadora estaba al margen de ese derecho, a causa del analfabetismo .

La cuestión social , a medida que iba siendo descubierta por algunos políticos, ira siendo asumida como una provechosa bandera para captar las simpatías del sufragante, aun cuando muchos seguían negando su existencia.

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Manuel Rivas Vicuña

En 1900, Manuel Rivas Vicuña se inspiró en la legislación alemana para proponer un proyecto para la creación de consejos estatales, para dedicarse a la construcción de habitaciones para los obreros. El proyecto fue rechazado en su totalidad.

La lata discusión permitió que, en definitiva, se aprobara una ley bajo el gobierno de Germán Riesco , en 1906, que responsabilizaba al Estado de la reparación o destrucción de las habitaciones insalubres, a la vez que eximió de impuestos a las habitaciones obreras de bajo costo, construidas por privados.

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¿Habitación digna?

En 1907, dos nuevas leyes serán fruto de largas sesiones, las que establecieron el derecho obligatorio al descanso dominical para las mujeres y los trabajadores menores de 16 años, que llevaron la firma promulgatoria del Presidente Pedro Montt .

En 1910, otro proyecto de Manuel Rivas Vicuña, que se refería a una legislación sobre sindicalización y arbitraje laboral, no tuvo acogida.

Todas estas reformas, y las posteriores, no serán obra de la responsabilidad social de la clase oligárquica, sino que buscarán reducir la tensión social , ante las acciones de la clase trabajadora.

La capacidad de organización hizo temer a la oligarquía un incremento de la actividad subversiva. Influirá también la aparición de penetrantes críticos sociales, que con sus punzantes escritos, reflejaban con toda crudeza la grave situación social chilena, haciendo un descarnado diagnóstico del síndrome económico-social chileno.

Ver: Crisis del Centenario

F uentse Internet:

http://www.geocities.ws/sebastianjans/socialcinco2.htm

http://www.biografiadechile.cl/