Ardilla

Es el nombre común que se aplica a determinadas especies de roedores que pertenecen a una familia que comprende a las ardillas arborícolas, las ardillas terrestres, las marmotas, las ardillas listadas, las ardillas voladoras o planeadoras y los perritos de las praderas.

Dentro del grupo de las ardillas arborícolas y las terrestres se incluyen unas 230 especies y en el grupo de las ardillas voladoras se incluyen unas 43 especies.

El tamaño de estos animales es variable; las más pequeñas son las ardillas pigmeas africanas, que miden unos 13 cm de longitud, y las más grandes son las ardillas gigantes de Asia, que miden cerca de 90 cm de largo.

Las ardillas están distribuidas por todo el mundo, excepto Australia.

Suelen vivir en bosques caducifolios o de coníferas, aunque es posible encontrar especies adaptadas a vivir en hábitats muy distintos, desde la taiga al desierto. Para vivir en estos lugares, las ardillas han sufrido adaptaciones y han desarrollado estrategias que les permiten soportar las temperaturas extremas que las caracterizan.

La ardilla común o europea es rojiza, tiene una cola larga y pequeños penachos en las orejas.

Su actividad es en gran medida diurna. Se desliza rápida y silenciosamente por las copas de los árboles, con increíble agilidad; salta con facilidad a los árboles o arbustos vecinos, sube o baja a toda velocidad por los troncos.

Construye nidos esféricos con ramas y hojas en huecos espaciosos de los árboles o, al descubierto, sobre bifurcaciones de ramas en la zona de la copa; allí duerme y da a luz a sus crías.

No cae en un letargo invernal auténtico (con reducción de la temperatura corporal), sino que alterna fases de descanso de sueño. Despierta, busca las avellanas almacenadas durante el otoño o conos de conífera. Al reducir su actividad, disminuyen sus necesidades alimenticias.

La ardilla desarrolla su máxima actividad en la época de celo, cuando los machos organizan auténticas "cacerías de hembras" por las copas de los árboles. Durante el resto del año, en cambio, prefieren la vida solitaria.

La ardilla gris es más grande que la europea y no presenta penachos en las orejas.

Las especies arborícolas comunes en América Latina se clasifican en cuatro grandes grupos: las ardillas pigmeas y guerliguetos, las ardillas menores de Sudamérica, las medianas del norte y las Antillas (presentes incluso en Centroamérica) y las ardillas mayores de Sudamérica.

Los períodos principales de reproducción se sitúan en primavera y a principios de verano. Suelen parir, tras 28 días de gestación, 4 ó 5 crías, como máximo 7, dos veces al año.

Los pequeños nacen desnudos y ciegos. La mayoría de las veces, las hembras preñadas construyen "nidos de recambio", de forma que, si son molestadas, pueden trasladar enseguida allí a las crías.

Emite un chillido estridente al que le sigue una voz ronca o un gemido. También se le escucha una especie de "chuc chuc chuc" seco y rápido. Las crías producen también un sonido muy agudo similar a un chillido.

Las ardillas devoran casi todo lo que pueden roer con sus incisivos. Su dieta incluye según la oferta desde nueces, semillas de abeto rojo, pino y abeto, bellotas y otras semillas hasta bayas, frutas, setas y animales pequeños.

Especialmente las "ardillas conífera", pardooscuras, dependen mucho de los conos (piñas) de abeto rojo disponibles, que verían mucho según los años. Sólo se dan años realmente buenos en intervalos bastante largos. Entonces las ardillas tienen muchas crías y la densidad de sus poblaciones se multiplica. Porque de semillas constituyen un alimento extremadamente nutritivo y son además fáciles de obtener.

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