Fotocopiadora

Antes de que se inventaran las fotocopiadoras, lo común para duplicar un documento era usar papel carbón (el famoso papel de calco o de calcar); eso hasta que, en 1903, el norteamericano G. C. Beidler descubrió el modo de hacer la reproducción rápida de un documento por revelado instantáneo de un negativo fotográfico, técnica que patentó en 1906. Este revelado rápido dio origen a las primeras fotocopias, más parecidas a una fotografía que a la copia corriente que conocemos hoy.

¿Cómo funciona una fotocopiadora?

La fotocopiadora es un aparato que proporciona instantáneamente copias de cualquier documento. Existen dos tipos principales de fotocopiadoras: las xerográficas, que utilizan papel normal, y las electrostáticas, que requieren un papel sensible especial.

Xerográficas

En las fotocopiadoras xerográficas el documento original es barrido por un rayo de luz intensa que proyecta la imagen sobre un tambor giratorio de superficie fotosensible, que se carga electrostáticamente en correspondencia con la imagen.

Sobre el tambor se distribuye un polvo pigmentado, llamado toner , que se adhiere a las zonas electrizadas (o sea, donde hay imagen), reproduciendo el escrito o dibujo original.

La imagen así pigmentada es transferida del tambor al papel dispuesto en la fotocopiadora, el cual finalmente se calienta para fijar de modo definitivo el pigmento sobre la copia.

Aunque no fue inventado por los griegos, este proceso nos recuerda a dicha civilización, a la cual debemos su nombre.

La xerografía (del griego xeros: seco y graphein: escribir) fue inventada por otro norteamericano, Chester Carlson, el 22 de octubre de 1938, pero este la denominó electrofotografía. En los años siguientes, una veintena de instituciones rechazaron sus patentes, hasta que, en 1944, el Instituto Memorial Battelle de Ohio firma un acuerdo con Carlson y comenzó a desarrollar la xerografía. En 1947 firma un acuerdo con un pequeño negocio de fotografía, Haloid, el que más tarde se convertiría en la ahora famosa Xerox.

En 1959 se comercializó la primera fotocopiadora: la Xerox 914.

Electrostáticas

En las copiadoras electrostáticas la imagen a reproducir se proyecta directamente sobre el papel, cuya superficie queda sensibilizada con cargas eléctricas.

El papel se somete luego a un baño de toner y las partículas se fijan en las zonas electrizadas de éste dando lugar a la copia definitiva.

El color

El paso siguiente fue la fotocopia en color, procedimiento creado por la empresa japonesa Cannon, en 1973. La misma empresa logra la fotocopiadora láser en blanco y negro y posteriormente, en 1986, presenta la primera fotocopiadora láser color sobre papel común.

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