León

El León, uno de los animales más impresionantes del reino salvaje, pertenece a la familia de los Félidos o felinos, dentro del orden Carnívoros, que se encontraban antaño en Europa, Asia y áfrica.

Hoy en día, los leones salvajes euroasiáticos se hallan sólo en el santuario de Gir, en la India.

En África, los leones habitan al sur del desierto del Sahara (principalmente en el parque nacional  de Serengeti), en Tanzania, y en Suráfrica (parque nacional Kruger). Esta impresionante reducción de su hábitat natural se debe a la incesante ocupación de su territorio –las sabanas– por el hombre y el ganado doméstico.

Además, no sólo ocupan su territorio, los cazadores y pastores cazan a estos animales con facilidad debido al hábitat abierto donde viven. Sin embargo, en las zonas protegidas, los leones constituyen un foco de atracción para los turistas y, dentro de estas áreas, su supervivencia no está amenazada.

Los leones tienen cuerpos musculosos, largos, con extremidades relativamente cortas y cabezas grandes. El macho alcanza una longitud que oscila entre 1,7 y 2,5 metros, sin incluir la cola que mide de 90 centímetros a 1,05 metro de largo; mide 1,23 metro a la altura de la cruz y pesa de 150 a 250 kilogramos.

La cabeza y el cuello están cubiertos por una melena característica, aunque ésta puede extenderse por los hombros y por el vientre. La melena varía en el color desde el negro al castaño claro; los leones sanos y bien alimentados poseen melenas más largas y espesas.

Las hembras son más pequeñas que los machos y, al igual que éstos, el color de su pelaje es castaño claro, aunque carecen de melena.

Ambos sexos tienen garras provistas de uñas y mandíbulas fuertes y anchas.

El rugido del león puede ser escuchado desde 9 km de distancia; suele ser emitido cuando los leones salen de cacería al anochecer, cuando la caza ha tenido éxito y al amanecer.

En las sabanas abiertas donde habitan, los leones sólo necesitan desplazarse un máximo de 8 km y pasan de dos a tres horas al día intentando conseguir alimento, y permanecen el resto del tiempo descansando y durmiendo. Los leones no cazan todos los días.

Los leones viven formando grupos que están constituidos por una o más unidades familiares denominadas manadas. Una manada está compuesta por un número de individuos que oscila entre 4 y 37.

Las hembras, que forman un grupo en el que conviven varias generaciones, no suelen abandonar la manada. Los machos jóvenes sí lo hacen y permanecen en aquélla hasta que son expulsados cuando un grupo nuevo de machos adultos se unen al grupo.

Los jóvenes pasan a llevar una vida errática durante un tiempo y cuando alcanzan la edad adulta comenzarán a enfrentarse con los machos dominantes de una manada para ocupar su puesto.

Muchos machos continúan siendo nómadas, e incluso aquellos que consiguen liderar una manada permanecen con las hembras por un periodo de tiempo que oscila entre unos pocos meses y unos pocos años; al cabo de este tiempo terminan por abandonar el grupo, bien de forma voluntaria, bien por ser expulsado por machos rivales.

Es habitual que una manada se descomponga en varios grupos que con posterioridad se recombinarán en nuevas asociaciones de individuos diferentes.

El tamaño del territorio que ocupa una manada de leones varía según el número de presas que lo habitan y su área se extiende entre 20 y 400 km 2 . Ambos sexos marcan el territorio, en algunos casos impregnando la vegetación con una esencia fuerte producida por las glándulas odoríferas que poseen los machos,  o bien emitiendo rugidos que advierten de su presencia a manadas erráticas o a machos nómadas.

El tipo de presa capturada por los leones varía desde insectos hasta jirafas, aunque suelen mostrar preferencia por animales grandes como la cebra.

La caza se produce al atardecer y es realizada por las hembras. La técnica empleada consiste en acechar primero a la presa y cuando ésta se encuentra a la distancia adecuada, perseguirla a gran velocidad para derribarla en una carrera en la que pueden alcanzar los 50 o 60 km/h. Una vez atrapada, la hembra morderá con fuerza el cuello de la presa para matarla por asfixia; entonces el macho se aproxima para comer y, a veces, puede incluso llegar a herir a la hembra para conseguir algo de carne, sobre todo en épocas de escasez de alimento.

Un león puede comer hasta 40 kg de carne de una sola vez y pasará una semana sin alimentarse antes de la captura de una nueva presa.

Los leones son polígamos (varias parejas al mismo tiempo) y la hembra cría cada 18 o 26 meses en estado natural; en cautiverio, los leones se reproducen una vez al año.

Tras un periodo de gestación de 110 días, la hembra pare un número de cachorros comprendido entre uno y cuatro, que nacen con un pelaje denso y moteado.

Se ha comprobado que, en cautiverio, un león puede vivir hasta los treinta años de edad, pero en la naturaleza la media llega a los doce años para los machos y a dieciséis años para las hembras.

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